Traductor

English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Widget ofrecido por www.ayudaparamiweb.com
Mis pequeños soñadores ♥

Mis pequeños soñadores ♥

domingo, 14 de noviembre de 2010


¡Qué extraño es cuando amamos a alguien, cuando nos enamoramos!. Cambiamos nosotros mismos, nuestros comportamientos. Cambia la manera de ver la vida, cambia nuestro mundo. Tal vez sea por eso que la gente desea enamorarse, para cambiar su presente, para empezar a ver la vida de una manera distinta. Pero sin embargo, encontrar a la persona que te haga enamorar, no es tan fácil. Para poder amar a una persona, tenemos que aceptarla como es, y no intentarla cambiar, ni intentarla poseer. Cada persona en este mundo, es libre. Y es, como debe ser. ¿Por qué hacerla cambiar para que se adapte a nuestras necesidades, a nuestra manera de ser? Creo que si necesitamos cambiarla, es porque no es la persona que estamos buscando. No es ese quien indicado. Y entonces, debemos dejarlo partir. Porque en este mundo, hay una persona, que busca a ese alguien que nosotros queremos cambiar. El amar tiene un significado muy amplio, y muy simple: el amor. Ese sentimiento que nace sin razón alguna, y que tanto confundimos con ilusión! El verdadero amor no lastima, no te hace sufrir. Si alguien te ama, nunca te haría daño. Nunca te haría sufrir. El echo, es que nosotros confundimos el amor, con otros sentimientos, y hay comienzan los problemas. Debemos amar a las personas con todo nuestro ser, y aceptarlas por como son. Pero antes de eso, debemos amarnos a nosotros mismos, y valorarnos, y aceptarnos por como somos. Si no nos amamos primero a nosotros mismos, difícil será que alguien lo haga por nosotros, porque es nuestro deber. Amarnos, valorar la vida. Creo yo, que una vez que nos hayamos conocido a nosotros mismos, aceptado con todos nuestros defectos y virtudes, y amados por como somos, la persona indicada vendrá a nuestras vidas. Tal vez algunos digan que suena a la típica película romántica; pero yo, prefiero creerlo así. ¿Qué pierdo acaso?




No hay comentarios:

Publicar un comentario